Un aeroplano y un centro de salud se transformaron en el hogar de las dos, puesto que los tratamientos de Zahira se realizaban en Brasil. "Jamás le mostré debilidad a mi hija y jamás lloré en frente de ella, siempre y en todo momento le di fuerza y no obstante la que me daba fuerzas era mi propia hija, es una niña valiente y madura", confesó Nágera con lágrimas en los ojos al rememorar este duro episodio en su vida.
Fueron instantes bien difíciles lo que pasaron y que ahora solo quedan en el recuerdo y como una leccion de vida y de fe. Ella asevera que esos meses duros por los que atravesaron la acercaron aún más al Señor y toda la familia pidió de corazon por la salud de la niña que ahora está totalmente sana, probando que Dios hace milagros. "Me arrodillé y le pedí al Señor que no se la lleve a mi hija, que él no me la dio para quitármela, yo tenía una corazonada que ella se curaría y así fue", contó.
Madre y también hija valientes. Nágera cuenta que la diabetes que sufría Zahira se controlaba con hormonas y que todo cambió cuando vio que su hija estaba hinchada y acudió a especialistas en Brasil, donde le afirmaron del inconveniente en el cerebro y que por tal motivo la debían operar, mas lastimosamente no consiguieron supervisar el mal porque esa parte era muy frágil. A causa de ello le deberían hacer 4 quimioterapia y radioterapias. "No era un cáncer, jamás fue cáncer, la gente piensa que porque no tienen pelos las personas padecen de cáncer y eso es completamente errado. Las quimioterapias se hicieron solo para prevenir cualquier cosa", remarca Nacif.
Con solo 11 años, Zahira supo soportar estos procedimientos y se portó como una guerrera, lo que sorprendió a quienes la conocen, puesto que pese a su edad ella demostró ser una joven fuerte y de carácter. "Yo jamás le conté a ella lo que iban a hacer, fue paso a paso y ella lo supo admitir realmente bien. El Señor nos dio mucha fortaleza y sabiduría". La compañera de batalla de Nágera fue su madre, que no la dejó ni un solo momento sola ni a ella ni a su nieta. "Mi mamá es mi pilar esencial y mi fortaleza son mis progenitores, les agradezco luego apoyo".
La fe lo puede todo. Fueron horas, días y meses de sufrimiento mas el mejor aliado de Nágera para esos instantes fue su Sagrada Escritura, la fe y la oracion. Ella confiesa que si las personas tienen fe al menos del tamaño bien de un grano de mostaza, se pueden mover montañas. Ella jamás le cuestionó al Señor por la enfermedad de su hija, más bien agradeció la prueba de vida que le puso. "Al comienzo fue duro, porque tengo tres hijas, no tengo una pareja y sabía que 2 de ellas se iban a quedar solas, mas merced a Dios mi familia me ayudó demasiado con ellas, que hasta diplomas sacaban en el colegio, el Señor me las guardó a las tres", señaló.
Una enseñanza de fortaleza que le dio Zahira a su mamá y abuela, fue que ella jamás se sintió enferma, siempre y en todo momento afirmaba que estaba sana y que jamás le digan que estaba mal. "El poder de la palabra es poderoso, por eso yo siempre y en todo momento afirmé que el Señor me la mandó sana y que él me la tenía que devolver sana".
Un bonito mensaje. Nágera le afirma a quienes pasan instantes bien difíciles o bien enfermedades difíciles, que tengan fe y que no se olviden de Dios, porque son procesos que pasan en la vida y estas son pruebas. "Él es el dueño bien de nuestras vidas y los hijos son prestados. Yo descansé en el Señor, afirmaba que todo cuanto tenía que hacer lo había hecho, la llevé a los mejores médicos y ahora él decide si vive o bien no, mas que no me la haga padecer".
Jamás usó peluca. Además de ser linda Zahira es muy inteligente y de buen corazon. Ella perdió el cabello, lo como hizo que su mamá le haga pelucas, le compré una infinidad de gorros, hasta una campaña en la tienda NN se hizo con pañuelos para la cabeza, mas siempre y en todo momento se rehusó a utilizar cualquier accesorio que tape su cabeza. Ahora todo cuanto tenía guardado lo ha regalado a pequeños que han perdido el cabello y las pelucas tiene planeado llevarlas al Oncologico con la intención de que otras pequeñas las usen. "Zahira jamás deseó utilizar nada, hasta cuando íbamos a la playa ella no tenía vergüenza y no se ponía ni un solo gorro, es fenomenal su fortaleza", manifestó Nágera.
Ahora disfruta de sus tres amores. La dama cuenta ahora está "feliz", con sus hijas sanas, con su familia más unida que jamás y con muchas sorpresas para su tienda que en el mes de septiembre reinaugurará con novedades en cuestion de diseños de accesorios y carteras. "Cuando estaba en Brasil me puse a diseñar y todos los bocetos los mandaba aquí a fin de que lo hagan, merced a Dios tengo personas espectaculares que estuvieron al cargo de la tienda, la como está en plena remodelacion". Justo este fin de semana y por 5 días ella estará de viaje en Brasil, donde acudirá a unos seminarios en cuero, con la intención de estar a la vanguardia en moda y traer lo mejor para las mujeres cruceñas.

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